Viaje al Centro de la Selva Lacandona
Julio 31 de 2010.
En los últimos siete años, he tenido la fortuna de ir y venir por los rumbos de la Selva Lacandona, en el estado de Chiapas (México). De este lugar se han escrito infinidades de relatos, novelas, investigaciones académicas, memorias, etnologías, historias románticas de aventureros, etc.
En Naha, Metzabok, Lacanjá Chansayab, Chankin Ojo de Agua y en el paraje Betel viven las escasas 800 familias de Lacandones, que sobreviven, algunos en condiciones propias de la modernidad - (internet, televisión, telefonía satélital, visitas al extranjero, administración de empresas turísticas, etc) , mientras que, otros en condiciones de extrema de pobreza, todos bajo la amenaza de la extinción de su lengua y de su cultura en general en el contexto de la incipiente globalización.
Esta vez, visité el paraje Betel, muy cerca del crucero San Javier, rumbo a Benemérito de las Américas.
Betel, constituye uno de los pocos poblados netamente lacandon, donde puede observarse la llegada de los apoyos gubernamentales con hortalizas, estanques, caminos, medios de comunicación, pero tambien, grandes contrastes, como el caso de Pepe Tarano, un viejo lacandón enfermo por una picadura de araña. Los médicos del lugar no le han diagnósticado mayor cosa, pero las dolencias y la falta de asistencia medica lo ponen al borde de la gravedad.
La vida diaria de Betel, transcurre entre los trabajos de la milpa, el cuidado de hortalizas, la cría de peces y los problemas comunitarios: la tierra principalmente. Las estampas son del poblado Betel. (Fotos: A. Constanza Ledesma/ Texto. F. Ledesma).
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