El último reducto Lacandón

Duda no cabe, los Lacandones son los últimos indígenas que guardan rasgos ancestrales en Chiapas, sin embargo, están a punto de extinguirse. En toda la selva apenas sobreviven Nahá, Puerto Bello Metzabok, Lancanjá Chansayab y Ojo de Agua Chan Kin, este último apenas es un grupo de seis caseríos.

Versiones históricas de Jan de Vos aseguran que fueron traídos del caribe para colonizar la selva, luego de la desaparición de los Ach Winik, los verdaderos lacandones, que habitaban Sac Balhan, cerca de la laguna Miramar. No en vano, los mestizos, choles y tzeltales que viven en la zona llaman a los lacandones: Caribes. También un poblado, Zapote Caribal, llevaba ese nombre. (Hoy desaparecido de los mapas).

Si bien es cierto la historia moderna de los lacandones sigue siendo polémica, ellos siguen siendo guardianes de una porción de la selva. Tienen la cultura de la preservación. Aprecian a su selva, pero también han sido satanizados por sus estrechos vinculos con el Gobierno y por despojar de sus tierras a cientos de campesinos que ancestralmente tambien habitaban la selva.

En la selva sigue habiendo dos tiempos y dos mundos: El mundo occidental y el mundo indígena. Las diferencias siguen siendo abismales.

El recolector de lichy

Homero es un niño lacandón de Chan Kin Ojo de Agua. Vive aún aislado del resto de la población en la selva lacandona. Como sus antepasados de Sac Bahlan que habitaban los caribales de la laguna Miramar, Homero es un recolector de frutas en el huerto que han hecho para sembrar lichy, una fruta tropical agridulce traído, al parecer desde Veracruz. Homero no habla español. S contacto con los mestizos que llegan a su poblado es casi nulo. La foto fue tomada despúes de cientos de intentos. Se escondía, aparecía y volvía a esconderse.