En el sendero y la gran ciudad

Justo cuando alcanzamos la cima de montaña, decidimos hacer esta foto, porque ahi empezaba un verdadero sendero que estaría lleno de barrancas y arboles de buena sombra.
Desde lo más alto de la montaña, los exploradores teniamos una vista impresionante de Tuxtla Gutiérrez. Leticia, la pedagoga del grupo señala el gran cañon del sumidero y crecimiento urbano. Felipe, el biologo de la expedición, explicó las dos posibles teorias evolutivas geográficas de la región. La primera, ocurrida hace millones de años provocaron que los rios erosionarán la zona y separaran la superficie quedando comon vestigio las grietas del cañon, y una segunda, la gran ruptura de la tierra lo que propició el majestuoso del cañon. El grupo optó por su mejor pose para dejar testimonio de su ascenso a la cima de la Reserva El Zapotal, con el fondo de la ciudad. Todos contemplamos la vista. Tal vez alguien quizo utilizar un planeador desde este lugar, aprovechando los vientos del norte.

Después de todo, pero después de todo

Los cuatro fantástiscos ponen a prueba la calefacción de la fogata.-

La temperatura comenzaba a descender en las primeras horas de la noche. El grupo en plena lumbre. La noche estrellada y el ambiente estuvo ameno con música de J. Sabina y Son Cubano. (Desde Ibrahim Ferrer hasta Compay Segundo. Todo el Buena Vista Social Club desfilo por el Jobo)
De la cena, ni hablar. Todos le entramos al recalentado de la comida.
La fogata y un vinito español vinieron a cerrar la noche.
Leticia, Felipe y Ever brindan con un irache.

Después de todo, pero después de todo solo quedaron las cenizas de la fogata.