http://photos1.blogger.com/blogger/7442/2375/1600/blog1.0.jpg(otra portada) El Sur Global: 1 dic 2011

jueves, diciembre 01, 2011

Una historia de San Bartolomé Solistahuacán en el siglo XIX: (Hoy Rayón)

San Bartolo Solistahuacán[1]
Por Emilio Rabasa E.


Cuesta arriba y por caminos que no labró la industria humana sino que abrieron y ahondaron el cacle del indio y la pezuña de la bestia, iba yo en un dia primaveral de 1880 acercándome al rancho llamado “Las Nubes” en el camino que va de Tuxtla Gutiérrez (Chis) a la capital de Tabasco, y el rancho justificó su nombre con una niebla blanquísima que me envolvió durante quince minutos dejándome empapado en agua.
Mi mozo y yo, caballeros en sendas mulas, íbamos, como he dicho, cuesta arriba porque en el trayecto de un Estado al otro se sube mucho por una sierra espléndida, para bajar después mucho más y llegar a los bajos de los campos fértiles y a veces pantanosos de las tierras tabasqueñas.
No me detendré a describir la extraordinaria belleza de la vegetación de aquel camino, en el cual acabamos de pasar por un bosque de helechos arborescentes de más de un kilómetro de largo y más de diez metros de alto; pero sí es del caso decir que yo me sentía, a pesar de mi fresca juventud y de mi hábito de caminante por las sierras, lleno de una nerviosidad en que se juntaban, para producirla, las bellezas incomparables de la naturaleza, los positivos riesgos del camino formado de escalones de piedra y lodo, a menudo con un precipicio que se ladeaba con dificultad; pero a esto había que añadir que habría yo de rendir la jornada en San Bartolo Solistahuacán[2], que no estaba ya muy distante y del que tenía yo una noticia capaz de preocupar al viajero más experimentado.
Sabía yo que San Bartolo era un pueblo de indios enteramente incultos que veían con malos ojos a los pasajeros blancos y era bien conocido en todo el centro del Estado la triste aventura de un viajero poco informado. Es el caso que un comerciante en pequeño de San Cristóbal las Casas don Onecíforo Baquerizo, a quien conocí, y que además de llevar ese nombre tenía en lo físico bien pronunciadas las líneas generales de Don Quijote, hubo de hacer noche en San Bartolo, se hospedó en el único alojamiento que los indios permitían, la casa municipal, y cuando tranquilamente tomaba su pobre cena fue sorprendido por los concejales que le aplicaron una paliza porque lo encontraron sentado en el sillón con brazos del Presidente del Ayuntamiento.
Don Onecíforo ignoraba la condición sagrada de la silla, desconocía los reglamentos consuetudinarios del pueblo y sufrió el castigo con la resignación que al fin y al cabo suele ser un consuelo.



Notas:

[1] Fragmento de “San Bartolo Solistahuacán” texto publicado en el diario “Excelsior”, los días 30 y 31 de diciembre de 1929, por Emilio Rabasa Estebanell, ex gobernador de Chiapas. Tomado de SERRA ROJAS, Andrés.(1969). Antología de Emilio Rabasa. Volúmen I. Ediciones Oasis. México DF. Pág.- 287-289.

[2] Pueblo zoque ubicado en la región norte de Chiapas, colindante a los municipios de Pueblo Nuevo Solistahuacán y Tapilula. Antiguamente se conocía al pueblo como San Bartolo, luego fue conocido como San Bartolomé Solistahuacán; con la política anticlerical predominante en el siglo XX, el nombre del municipio fue cambiado por el de Rayón. Es conocido por la Selva Negra, reserva que durante la mayor parte del año se cubre con una espesa neblina.

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