Crónicas desde el paraíso.
El invierno se ha anticipado en el paraíso. (El Jobo). Las mañanas y las noches se han vuelto más frías. Según escucho al metereologo en la radio, en estos días el frío se hará más intenso. Algo que ellos llaman frentes frios. Yo poco entiendo de eso, pero los comprendo cuando miro hacia el Cañon del Sumidero, desde los ventanales. La neblina me pega cerca. Por el paraíso tambien pasará el frio, me dicen. Ni la fogota del vecino ni la chaqueta tipo militar del viejo Rafael la mermarán.
Hoy en todos los caseríos del paraíso la plática ha sido el intenso frío de las noches. En la mañana el humo de alguna leña ardiendo se alzó por encina de los arboles y las casas. Santo y seña de que los vecinos tuvieron que conformarse con el carbón antes de frotrase las manos y probar el café.
Hoy, el viejo Rafael, montado en su vieja bicicleta polvorienta, llegó a avisarme que el campanero de la basura venía por la esquina de la calle siguiente. El saludo del viejo Rafael fue más cortés, pero también me mostró su preocupación: ¿Cómo estuvo el frio?.
El viejo Rafael seguramente tuvo un sueño más largo. Normalmente recorre más temprano las calles y creo que, al igual que, los del paraíso dudaron en tocar el agua fría de hoy.
Pd: Crónicas desde el paraíso, no pretende ser una novela, ni pertenecer a ningún género de la narrativa, sino simplemente ser las palabras que no digan nada pero que sean muy largas o en su caso, anunciar la muerte de uno de los últimos pueblos de Chiapas: El Jobo.