Radio ombligo: un fenómeno del cuadrante local en la Casa Blanca
Comenzamos incluso sin saber nada de radio,
no sabíamos ni del verbo "microfonear": Tania Gaviota
En abril de 2002, inició la transmisión de uno de los mejores programas radiofónicos infantiles con mayor audiencia en Chiapas e intenso promotor cultural y del entretenimiento, que a la postre se convirtió en uno de los mayores programas chiapanecos premiados a nivel nacional e internacional del cuadrante local: Radio Ombligo.
En un horario matutino y vespertino del 93.9 FM XHTG de la radio local en Tuxtla Gutiérrez, Radio Ombligo vino a integrarse al recien creado Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión, que por esos días, vivía una transformación, no solo tecnológica, sino de mejora de contenidos en su barra programática en las 18 horas de transmisión.
Se buscaba convertir a la radio de Estado en un auténtico medio público con programas culturales, música indígena, análisis y debates, que reflejaran la multiculturalidad de los pueblos chiapanecos, y que en su conjunto, la sociedad se expresara de forma plural. Con esa nueva política, Radio Ombligo se ajustó perfectamente a las intenciones del Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión, de crear programas con una visión que formara ciudadanos y no consumidores.
Tan pronto se puso al aire, Radio Ombligo mostró su gran calidad en la producción radiofónica, creativa, innovadora y la capacidad histriónica de los conductores para recrear todo un paisaje ambientado en el medio rural, logrando efectos reales detrás del micrófono. Como en los viejos tiempos de la época de oro de la radio, se lograba fomentar la imaginación del auditorio, con una gran actuación en cabina.
Al poco tiempo, Radio Ombligo logró una audiencia inimaginable que cautivaba a niños y adultos, con los personajes de Raymundo Zopilote, Tania Gaviota, Ratadiule y Oscarito, aunque los dos últimos abandonaron prematuramente la producción, a diario recibían cientos de mensajes y cartas de niños proveniente de todo el territorio local.
El programa se constituyó asi como la gran novedad y la sensación para el público infantil, que por muchos años no tuvo una alternativa o un referente de entretenimiento en el cuadrante local. Los gerentes y los directores de las 40 estaciones de radio de Chiapas se habían olvidado de su gran público desde tiempo atrás.
En el 2004, los “radiombligos” como se les empezó a conocer en el medio, participaron en la Bienal Internacional de Radio celebrado en la Ciudad de México organizado por Radio Educación, considerado como uno de los principales foros a nivel global que reune a radioastas y profesionales de la radio de Europa y América Latina. Era el primer gran reto de Radio Ombligo en los foros nacionales.
Ese año, el Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión inscribió varios programas, entre ellos a Radio Ombligo, quien para fortuna, recibió el primer lugar en la categoría de programas infantiles, consolidando asi, como un programa de gran calidad radiofónica. Más tarde, desde la capital del país, Radio Educación transmitiría en su barra el programa. Radio Ombligo, había pues, trascendido fronteras en las ondas hertzianas.
Pero Radio Ombligo no se conformó con los premios y con la transmisión desde cabina, sino salió a las calles para promover el entretenimiento para su público infantil. En más de una ocasión los radiombligos congregaron a cientos de niños en las plazas públicas y teatros de Chiapas, dejando siempre a la imaginación la verdadera identidad de sus personajes. Asi, convocaron a Luis Pescetti, a los argentinos “Musiqueros” de Teresa Usandivaras y a los mexicanos “Bandula”.
Pero, Radio Ombligo ha sufrido la falta de presupuesto, claridad y definición de las políticas culturales en los medios publicos de Estado, pues continúa siendo una producción radiofónica independiente que se transmite desde la radio del Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía, y como tal, en los primeros meses de cada año sufre la falta de financiamiento para este tipo de programas culturales, lo cual, los hace sobrevivir de ahorros internos.
Otra amenaza permanente es el perfil tan cambiante de la radio pública. Un día amanece ranchero con tinte de radio comercial y al otro, grupero o indígena, según sea el gusto del gobernante en turno o de los directivos, lo que pone en riesgo la producción y la transmisión de programas como Radio Ombligo.
Pero en la Casa Blanca, especialmente en el Comité Presidencial para las Artes y las Humanidades de los Estados Unidos saben muy bien que los programas infantiles como Radio Ombligo, no sólo fomentan la imaginación, sino el desarrollo y formación de los nuevas generaciones. De ahí pues, el premio “Coming Up Taller” otorgado este año a Radio Ombligo.
no sabíamos ni del verbo "microfonear": Tania Gaviota
En abril de 2002, inició la transmisión de uno de los mejores programas radiofónicos infantiles con mayor audiencia en Chiapas e intenso promotor cultural y del entretenimiento, que a la postre se convirtió en uno de los mayores programas chiapanecos premiados a nivel nacional e internacional del cuadrante local: Radio Ombligo.
En un horario matutino y vespertino del 93.9 FM XHTG de la radio local en Tuxtla Gutiérrez, Radio Ombligo vino a integrarse al recien creado Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión, que por esos días, vivía una transformación, no solo tecnológica, sino de mejora de contenidos en su barra programática en las 18 horas de transmisión.
Se buscaba convertir a la radio de Estado en un auténtico medio público con programas culturales, música indígena, análisis y debates, que reflejaran la multiculturalidad de los pueblos chiapanecos, y que en su conjunto, la sociedad se expresara de forma plural. Con esa nueva política, Radio Ombligo se ajustó perfectamente a las intenciones del Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión, de crear programas con una visión que formara ciudadanos y no consumidores.
Tan pronto se puso al aire, Radio Ombligo mostró su gran calidad en la producción radiofónica, creativa, innovadora y la capacidad histriónica de los conductores para recrear todo un paisaje ambientado en el medio rural, logrando efectos reales detrás del micrófono. Como en los viejos tiempos de la época de oro de la radio, se lograba fomentar la imaginación del auditorio, con una gran actuación en cabina.
Al poco tiempo, Radio Ombligo logró una audiencia inimaginable que cautivaba a niños y adultos, con los personajes de Raymundo Zopilote, Tania Gaviota, Ratadiule y Oscarito, aunque los dos últimos abandonaron prematuramente la producción, a diario recibían cientos de mensajes y cartas de niños proveniente de todo el territorio local.
El programa se constituyó asi como la gran novedad y la sensación para el público infantil, que por muchos años no tuvo una alternativa o un referente de entretenimiento en el cuadrante local. Los gerentes y los directores de las 40 estaciones de radio de Chiapas se habían olvidado de su gran público desde tiempo atrás.
En el 2004, los “radiombligos” como se les empezó a conocer en el medio, participaron en la Bienal Internacional de Radio celebrado en la Ciudad de México organizado por Radio Educación, considerado como uno de los principales foros a nivel global que reune a radioastas y profesionales de la radio de Europa y América Latina. Era el primer gran reto de Radio Ombligo en los foros nacionales.
Ese año, el Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión inscribió varios programas, entre ellos a Radio Ombligo, quien para fortuna, recibió el primer lugar en la categoría de programas infantiles, consolidando asi, como un programa de gran calidad radiofónica. Más tarde, desde la capital del país, Radio Educación transmitiría en su barra el programa. Radio Ombligo, había pues, trascendido fronteras en las ondas hertzianas.
Pero Radio Ombligo no se conformó con los premios y con la transmisión desde cabina, sino salió a las calles para promover el entretenimiento para su público infantil. En más de una ocasión los radiombligos congregaron a cientos de niños en las plazas públicas y teatros de Chiapas, dejando siempre a la imaginación la verdadera identidad de sus personajes. Asi, convocaron a Luis Pescetti, a los argentinos “Musiqueros” de Teresa Usandivaras y a los mexicanos “Bandula”.
Pero, Radio Ombligo ha sufrido la falta de presupuesto, claridad y definición de las políticas culturales en los medios publicos de Estado, pues continúa siendo una producción radiofónica independiente que se transmite desde la radio del Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía, y como tal, en los primeros meses de cada año sufre la falta de financiamiento para este tipo de programas culturales, lo cual, los hace sobrevivir de ahorros internos.
Otra amenaza permanente es el perfil tan cambiante de la radio pública. Un día amanece ranchero con tinte de radio comercial y al otro, grupero o indígena, según sea el gusto del gobernante en turno o de los directivos, lo que pone en riesgo la producción y la transmisión de programas como Radio Ombligo.
Pero en la Casa Blanca, especialmente en el Comité Presidencial para las Artes y las Humanidades de los Estados Unidos saben muy bien que los programas infantiles como Radio Ombligo, no sólo fomentan la imaginación, sino el desarrollo y formación de los nuevas generaciones. De ahí pues, el premio “Coming Up Taller” otorgado este año a Radio Ombligo.
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